paco infiltrado

lunes, 6 de junio de 2011

Extraño mundo o rumor azul de terciopelo y rosa

(en este link podrá ver la película  blue velvet)






















Rumor azul de terciopelo y rosa  

Comenzar diciendo que el presente comentario tiene su origen en un rumor parecido al crecer de los insectos bajo tierra, un rumor que oí en algún lugar sin tiempo y al que me adentré inconcientemente, como quien creyese en la historia de una oreja perdida.

El cortometraje The Pink Cigarrettes, que  no es oficial de Mr Bungle, por tanto, no es un videoclip de Mr Bungle, me remitió inevitablemente a fotogramas de la película Terciopelo Azul del monstruoso David Lynch. Evidentemente, esta conexión surge con la escena en que Frank Booth - en la película de Lynch -  personificado por el actor Dennis Hopper, colorea el contorno de su boca con un lápiz labial rojo para marcar con un par de besos y bastantes golpes, al chico Jeffrey; de este modo Frank advierte al muchacho que no se meta con su chica.

Pero el nexo es aún más profundo, porque en el paseo de escarmiento en que Frank saca a recorrer al buen Jeffrey Beaumont por ciertos suburbios del pueblo, un par de veces se oye el tema In drems de Roy Orbinson, canción que es un sutil guiño de Lynch a la enferma lógica del amor desesperado y obsesivo. de hecho, mientras Frank golpea a Jeffrey, el tema suena desbordante de ironía, tocando el sarcasmo (actitud ciertamente wasonesca) en aquella escena patética y cruel, igual que los maltratos de amor que como caricias Frank le propina a Dorothy Vallens interpretada por Isabella Rossellini.  (intrigante y misteriosa mujer que encuentra en Jeffrey un cobijo ante los abusos de su pervertido abusador, Frank.).  Es en dicha escena  donde confluye el tema musical Pink Cigarrettes, el cortometraje aquí posteado y el film de Lynch  (donde es fundamental poner oído en el tema in drems para captar mejor los gestos e imágenes que dan pie a este comentario). Ambos trabajos audiovisuales se despliegan en torno a una forma escabrosa de amar. Tanto a Frank como al protagonista del video Pink Cigarrettes, una hermosa fémina les ha pintado la cara y los tiene soñando una realidad o viviendo un sueño desmedido, tergiversando la realidad al punto que allí donde debiesen haber caricias aparece la agresión, la violencia y el mal trato generando con ello un desajuste emocional que hace colapsar los sentimientos, una bomba emotiva que se complementa perfectamente con la incoherencia argumentativa del desenlace de la película, que comienza con un chico  buscando el cuerpo de una oreja encontrada por ahí, cuerpo que aparecerá hacia el final del film de manera totalmente ilógica encubierto tras un burdo montaje escenográfico digno de cine gore, como burlándose del espectador que ha tratado de ordenar los sucesos torpemente, pensando que esta es una película más de misterio policial. De este modo, Lynch nos pone también a los espectadores algo del mal delineado lápiz labial en nuestras bocas, así como el director del cortometraje Pink Cigarrtes hace su juego de espejo, para obtener un producto final que por sobre todo es desasosiego. Es importante mencionar respecto a la película de Lynch. Que el hecho de que el desasosiego sea la sensación atmosférica en que nos introduce el director se sustenta fundamentalmente en que esta película atenta contra el equilibrio de las emociones y el buen ordenamiento de estas a la vez que rompe con el orden lógico argumentativo, arrebatándole al espectador todo sustento que no esté encarnado en la valoración formal estética del largometraje. 
 El desasosiego atmosférico al que me he referido es como aquel que nos deja un sueño que no sabemos explicar y que no tenemos claro si fue un buen sueño o una pesadilla. Mas que mal terciopelo azul es la metáfora surrealista de un amor soñado que no sabemos si nos pertenece de verdad, pero que contiene todas esas represiones que generan las frustraciones del amor así como las frustraciones del amor generan ciertas represiones. No es acaso a esas frustraciones del amor a lo que Lynch le hace un gesto con esa interrumpida relación madre e hijo que mantiene siempre muy tensa a Dorothy. Toda esta cuestión desata una incertidumbre angustiante que borronea los lindes de la realidad oscureciéndolo todo, confundiéndolo todo de manera que distinguir entre realidad y fantasía se hace imposible entonces aquello que comienza
como un rumor hace presa de nosotros con los monstruos de la demencia.
Ahora bien, en un ademan de ironía una vez más el buen David se ríe de nosotros y del amor en varios de sus formatos. Cuando plantea esa posibilidad real de que los sueños se cumplan y el bien amar triunfe por sobre el mal. que se replete el mundo de petirrojos refiere a que se cumpla nuestro sueño de terciopelo azul o el sueño de ser siempre el cigarrillo marcado de rosado por los labios de la amada en fuga. Es decir Frank no tiene la certeza de poseer plenamente a Dorothy - el cielo hecho mujer en esa bata de terciopelo azul -  de allí que decida arrancar un trozo de dicha bata como única prueba empírica que lo retenía en el mundo real, así como la oreja era la prueba “empírica” de un supuesto y presagiado crimen, una prueba de la realidad de los hechos del mundo, que en su generalidad son desconocidos, de modo que tanto el trozo de bata que portaba Frank, como la oreja encontrada por Jeffrey, los petirrojos de Sandy (muchacha de la cual Jeffrey se enamora a lo largo del film) o los cigarrillos marcados con labial del cortometraje basado en  Pink Cigarrettes, son metáforas de aquella irracionalidad humana, hermosa como terrible a la vez, que hace de un fragmento de la realidad la totalidad de su mundo y la excusa para seguir habitando esta nebulosa de incertidumbre y confusión: es de algún modo la esperanza, también cierta necesidad de conciencia, pero entendida como lo plantea Freud La mente consciente es como la punta de un iceberg flotando en un mar de irracionalidad, caldo de cultivo de nuestros trastornos mentales y nutriente de nuestras más gozosas pulsiones.